domingo, 5 de noviembre de 2017

El patio de las bodas


Solo las guapas madrugan los sábados -digo yo en mi extraña costumbre de cambiar el orden de las palabras en una frase. Por fácil y corta que sea la frase.

Efectivamente - dice ella (muy top siempre) Madrugar los sábados es de guapas. Parece lo mismo pero no lo es. (Es auténtica. Me encanta.)

Este fin de semana no hemos podido dormir más por la mañana. Tocaba El patio de las Bodas en la sala de eventos Yimby, en el edificio Moyua en Bilbao.  Divertidísimo, me lo he pasado pipa. Planazo de sábado y domingo lluvioso hasta decir basta. He conocido gente encantadora, he vuelto a ver a personas cuya pista tenía perdida, he probado bocados deliciosos y me he sentido como en un mundo de cuentos donde todo era bonito, agradable y positivo. ¿Trabajo? Sí, durante 2 meses, es cierto. En mi cabeza tomaba forma una deconstrucción que quería presentar como espacio para Eneko WEP, Restaurante Eneko y Azurmendi. Y cuando, la mañana de ayer, entre las 8:30 y las 11:00 h. se hacia realidad el proyecto para los participantes presentes y el público asistente... yo pensaba: Qué contenta estoy. Todo ha salido bien. Y como una niña pequeña, me dediqué (bolso en mano) a pasearme por ese maravilloso espacio que hace aflorar lo mejor de cada cual. Flores, fotografías, viajes, invitaciones, dulces con forma de cactus, casetas de playa para el fotomatón, alianzas, peluquería, ... el paraíso de las bodas finas. También unos chicos encantadores que hacían cócteles, música en directo y un majísimo comercial de productos de las Rías Bajas que se convirtió (en dos minutos) en un amigo para todo la vida. 

Es lo que tiene cambiar las palabras y que te gusten las personas, que todo te parece lindo. 

Un beso de bombillas encendidas. mjo

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