Estaba yo de universitaria cuando me enamoré, loca, perdida e irremediablemente del cine de Aristarain. Ocurrió en una sesión matutina, con mi compañera de piras, una mañana de lluvia, en un cine multi-salas y multi-alternativo. Tenía fiebre. O tal vez la fiebre se produjo luego, con el impacto de aquella manera de hacer cine. Estudiaba Audiovisuales, vivía yo muy sensible. Un lugar en el mundo. Qué maravilla. No sé cuántas veces la vi de nuevo. Muchas. Siempre en la pantalla grande. Pagaría por volver a verla. Aunque fuera en mi cutre tele.
Anoche pasaban Lugares comunes y no pude verla entera, se hacía tarde, pero esperé hasta la escena de Tutti en la Biblioteca. Grande Luppi. Muy grande.
Un beso a todo lo argentino. mjo
No hay comentarios:
Publicar un comentario