viernes, 10 de julio de 2020

Plantas y ejercicio


Acabo de repartir mi dosis de mimos diarios en el balcón. Todos los días, a estas horas, salgo a regar la tierra de mis plantas por el plato (no por arriba, como hace mi guapa amiga R.) y miro las hojas, y quito las que están secas, o corto las que se ponen feas. Observo como crecen y se esparcen y me gustan, y ellas lo saben. Les digo lo bonitas que son y la suerte que tengo de tener unas plantas tan verdes, tan majas y tan formales. Son unas plantas estupendas.

La semana pasada llegó una nueva ¿o debería decir uno?

Se llama Lucas jr. Mejor si no haces la pregunta, porque la respuesta es bien larga y desata un montón de confusiones. Me guardo la historia. Solo diré que es verde como los ojos de su progenitor y que me la regaló una amiga con la que, un día de estos, me voy a dar un buen paseo. Estos últimos acontecimientos vividos nos han unido mucho. Hace falta poco en esta vida para apreciar a alguien. Que se preocupe por ti, y que acepte tu preocupación por ella. No hay más. Ni menos. 

Gracias por ese precioso cactus, gracias por las conversaciones y no lo olvides: calzado cómodo y ropa fresca. Objetivo: estar en forma. 

Un beso a la chica de las hamacas molonas. mjo

2 comentarios:

Gontzal dijo...

Y que bueno que haya gente que sepa tratar a una planta. Yo soy de los desastre total. O falla el sol, en mi calle hay poco o me paso con el agua... Un beso muy fuerte de esos de de te echa de menos.

marieta soul dijo...

Yo también te echo de menos, compañero.
Habrá que poner remedio.

Un beso de cualquier día de estos te llamo y quedamos. mjo