Me quedo muda cuando escucho sus palabras en la SER. Leo las columnas de los miércoles con su voz en mi cabeza. Una amiga, a la que quería mucho, era argentina. Murió. Ella era de Buenos Aires y Leila es de La Pampa. El recuerdo de una y la voz de la otra no suenan igual. Para nada. Pero no importa.
Escuché su voz y su forma de leer. Leo lo que escribe. Para la radio, para el periódico. Leo, escucho. Escucho, leo. Algún día saldré de nuevo a buscar un libro suyo. Gracias por escribir. -pienso.
Un beso de yo también fui argentina en otra vida. O argentino. No sé. mjo
Nota: Me refiero a Leila Guerriero, claro.
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