viernes, 1 de febrero de 2019

Escribo


Es viernes. Ya. Otra vez. Todavía. Según cómo se mire, claro, siempre. Es viernes y acabo de despertar de una siesta. Un sueño corto, reparador y bueno. Una cabezada que permitirá a mi cuerpo un último intento de terminar con algo que debo. Un último proyecto pendiente. Después, libre. Se acabó por hoy (¿Creiste que iba a decir por el fin de semana? No. Nada) Mañana me esperan letreros varios, bandejas y algunos sobres. También posa vasos, papeles y tal vez costura. ¿Me dará tiempo? No lo creo. Pero habrá que intentar hacerlo. De momento, despierto, me tomo algo caliente y me pongo a ello. Y primero, antes de todo eso, ... te lo cuento. 

Un beso a la persona que me regaña si no escribo. mjo

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