viernes, 29 de enero de 2016

Desde Hondarribia


Ha caído hoy, como una hoja de otoño, sobre mi mesa de vidrio. No he podido leerla en el momento. No estaba sola. Después, con gafas y calma, le he echando un primer vistazo. Y después otro. Y otro. Pensaba que sabría de quién provenían esas letras mayúsculas. Ni idea. La he leído 6 ó 7 veces. No soy de capaz de adivinar su procedencia. Ni siquiera puedo asegurar si es un hombre o una mujer la persona que no ha firmado la nota. Estoy intrigada. No atino a imaginar quien, desde Hondarribia, un día laboral, puede haberse acordado de mí. 

Si eres tú, y estás leyendo estas líneas, perdóname, por favor. No sé quien eres. He pensado en una serie de personas pero, por uno u otro motivo, las he ido descartando. Me planto. Pongo tu postal en un lugar privilegiado y te espero. Algún día vendrás y yo podré darte las gracias por este regalo. 

Un beso con sello de Correos. mjo

Nota: Las chicas del rincón se van a burlar de mí, seguro.

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