Mi querida N. va a parecer una linda magdalena. Ese abrigo color caldera que compré el otro día, al director le pareció bonito pero demasiado discreto como para llamar la atención. Pues qué suerte tengo. Darle otro toque a las cosas, es una de mis diecisiete mil pasiones. Un encaje por aquí, un botón forrado a mano por allá, un poco de tela del vestido, algún arreglo en las mangas y .. listo. Tenemos abrigo nuevo. Me encanta. Me lo paso pipa.
Y del vestuario paso a las fotos, un montón de fotos para revelar. De Euria, claro. (Que pronto estrenamos.) Y después unos triángulos para hacer banderitas de tela (que me gustan tanto como los botones.) Y después tengo que escribir un poco. Que este mes la revista sale antes. Y ... sé lo que estás pensando: Es domingo, ¿trabajas en fin de semana? y yo tengo que pensar mucho la respuesta. ¿Es esto que hago un trabajo? ¿Es diferente un domingo de un martes, o un jueves? No tanto. Si acaso, en fin de semana no hay que quitarse el pijama si no quieres, ni arreglarte los pelos, puedes ver llover por la ventana sin prisa, y leer despacio. Puedes salir o quedarte en casa, puedes hacer galletas o palomitas, y puedes ver una película de dibujos o escuchar música en directo (bueno, esto sólo si tienes una trompeta en casa, claro.)
La vida es hermosa el fin de semana, pero también lo es de lunes a viernes. Eso sí, como ya ha llegado el frío, si sales ... no olvides el abrigo.
Un beso de hilo. mjo
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