No. No me refiero a la novela de María Dueñas. No. Sino al tiempo entre costuras que paso cada 15 días en un local de telas y complementos. Un jueves sí y otro no, me aplico al aprendizaje de costuras y patronajes varios. A remallados, pinzas, forros y cremalleras. Hasta reglas tengo. Y una caja con todo lo necesario. Ahí llevo mis tijeras, los alfileres, hilos, agujas, y algún trozo de jabón usado para marcar las telas por todos lados. Me encanta. Todos los días (llevo 2) aprendo algo nuevo. Y la profa ... es un encanto. 8 estábamos hoy, y ella sola para guiar nuestras inexpertas manos. (Bueno, hay niveles. No todas son tan inexpertas.) Y mis compañeras... unos soles. Cada cual a su tarea y entre corte y confección hoy hemos hablado un poco de libros. (¡Cómo no!) Se hacen cortas las 2 horas. Sobre todo a mí, que tengo el coche en OTA y tengo que salir siempre corriendo.
Un beso a mis nuevas amigas de dedal. mjo
Nota: El abrigo de napa ... no es para mí.
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