miércoles, 22 de febrero de 2012

Ningún amor sobrevive al mutismo.


"Por la noche fue a cenar con Jean-Marc a un restaurante. En la mesa de al lado una pareja estaba sumida en un silencio sin fin. No es fácil sobrellevar un silencio ante la mirada de los demás. ¿Adónde deben dirigir esos dos la mirada? Sería cómico que se miraran a los ojos sin decir nada. ¿Hacia el techo? Sería algo así como si exhibieran su mutismo. ¿Hacia las mesas de la lado? Correrían el riesgo de toparse con miradas irónicas atraídas por su silencio, y sería aún peor.

-Mira, no es que se odien. O que la indiferencia haya reemplazado al amor. No puedes medir el recíproco afecto entre dos seres humanos por la cantidad de palabras que intercambian. Simplemente no tienen nada en la cabeza."

La identidad. Milan Kundera.

Nota: Tengo que intentar remover vuestras cabezas con algo distinto.

Un beso. mjo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Has vuelto a Milan Kundera! Ese escritor está asociaado en mi mente siempre contigo, y Federico García Lorca ni te cuento ¿eh?
Besos
Fátima

Anónimo dijo...

Nunca me fui. Un beso.