viernes, 10 de junio de 2016

Ayuno de móvil


Lo siento, murió. Dejó de respirar en algún momento entre las 12 de la noche y las 7 de la mañana. No sufrió. Dejo de funcionar, sin más. Una muerte dulce, aún para un aparato electrónico. Hoy no tengo manera de enviar mensajes, ni de hacer fotos, ni de telefonear a nadie. Nada. Nada de nada. Al principio, desconcertada, he pedido auxilio, ayuda, socorro,  pero no se ha podido solucionar nada. Sólo queda darle digna sepultura y elegir sustituto. Dura vida la tecnológica. Mañana no me acordaré ni de su color ni de su peso. Cruel actitud la nuestra de usar y tirar. Es la vida, que lleva consigo la muerte.

Guardemos un minuto de silencio por mi pobre móvil, que aún obsoleto como estaba, me brindo horas de alegría y comunicación. Amén.

Un beso de luto sincero. mjo

Nota: Lo digo aquí, que por mensaje no puedo ... Chicas, lo de ayer me encantó y me hizo mucho ilusión. Gracias.

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