miércoles, 29 de junio de 2016

Sigo aquí ...


... pero ha empezado el verano, y ya sabemos lo que pasa ¿no? Cierto, escribo menos.

Hay una serie de casos típicos que se pueden dar en este tiempo y que van muy relacionados con la lectura:

Caso 1: Sales de vacaciones, descanso, playa, tumbona, ... lectura ¡¡¡Socorro!!! ¡¡¡Olvidaste el libro que estabas leyendo sobre la mesita de noche!!! ¡¡Por favor, y aún te quedan 12 horas de vuelo y 3 aeropuertos.!!

Caso 2: Quieres aprovechar estas vacaciones en la costa para leer todos esos clásicos que aún tienes pendientes. Una noche estrellada conoces al hombre de tu vida y no pasas de la primera página. 17 kilos de literatura en la maleta, para nada.

Caso 3: Te llevas a la casa de veraneo el último best seller que te han recomendado las amigas. Ya en la primera página, horror, te das cuenta que ese libro ya lo has leído y además recuerdas que no te gustó nada. ¡¡Y no hay librerías cerca!!

Caso 4: Te llevas un libro que sabes que te va a encantar en el capazo de verano. El capazo, la sombrilla, la toalla y la maleta desaparecen en el primer trasbordo del viaje.

Caso 5: Ese libro que tanto ansiabas terminar y que tu amiga empezó a leer en el viaje mientras tú conducías, acabó olvidado en alguna gasolinera entre la M-30 y Cáceres, camino de Portugal.

Caso 6: No te llevas ningún libro a Ibiza porque crees que vas a estar tan ocupada bailando y ligando que no merece la pena. El primer día te rompes una pierna y ... ¡¡¡sólo quedan Sudokus!!!

Y se me ocurren muchos más, pero voy a parar.

Un beso para la chica que empezó el día bañándose con las gaviotas. mjo

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