lunes, 30 de enero de 2017

A mil millones de kilómetros


Qué malo es esto de no dormir. La cabeza se dispara y se ocupa de mil asuntos a la vez sin sentido y sin razón. La noche está para dormir y no para pensar. He repasado mentalmente los deberes de la semana, las obligaciones caseras, médicas, humanas, he rebobinado un par de conversaciones más de diez veces, he querido leer, ordenar, buscar los papeles perdidos, he querido trabajar en silencio, escuchar la radio, salir a caminar. Qué malo es no dormir cuando todo duerme. Y sentirse, además, a mil millones de kilómetros de distancia entre lo que piensan y lo que pienso. Nada. Toca clausura. Durante un tiempo voy a necesitar silencio. De vez en cuando hay que poner en orden creencias y maneras de actuar. No puede ser que la sociedad, ésa a la que a veces no entiendo, me suponga tanto esfuerzo. Calma. ¿Lo tienes claro, verdad? Pues nada. Ni media vuelta más. 

Un beso lejano y silencioso. mjo

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