Dice (y no diré su nombre) que debería hacerme mirar eso de fijarme siempre en la belleza. Y seguramente será verdad. Me encanta cuando algo lindo aparece ante mis ojos (según mi percepción de la belleza, claro está) y puedo contemplar sin apuros algo que me saca de la monotonía. Y da igual si es una flor, un cielo azul con nubes rosas, un hombre guapo o una mujer hermosa.
En la película Eo (película de drama y road movie polaca-italiana de 2022
dirigido por Jerzy Skolimowski, que a su vez es una reinterpretación de la película de Robert Bresson, Au hasard
Balthaza.) comenté la guapura del cura que vuelve a casa. Ahí escuché lo de que-me-lo-tengo-que-mirar, o hacérmelo-mirar. Que por cierto, es un término muy nuevo. Antes, estas cosas se decían para que fueras al médico si te salía un "algo" de dudosa naturaleza en el cuerpo. Ahora se utiliza para todo. ¿Verdad?
Pues no. Me niego. Yo quiero deleitarme. Y alegrarme y sorprenderme. Y si ante mí aparece un ejemplar cuya belleza ha sido un don divino, no seré yo quien no agradezca que el destino lo haya puesto en mi camino. Bastante gris me parece a veces ya la vida como para andar con remilgos ante un regalo bonito.
Y esto no significa nada. Y no hace falta ni que yo lo diga.
Un beso a las 2 personas que quiero mirar cada día de mi vida. mjo
2 comentarios:
No hay nada más gratificante que fijarse y admirar la belleza,
No hay motivo para " hacerte mirar"nada.
Sigue con ese buen gusto tuyo.
Gracias amor,
Sé que tú también eres de las de agradecer lo bello.
Y de las que lo dicen, como yo.
Sigamos siendo sinceras.
muak
mjo
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