sábado, 28 de marzo de 2020

Libros perdidos


Debo dedicar un pequeño apartado a esos libros, que por un motivo o por otro, se han marchado de mi lado, se han perdido, han desaparecido.

Antes de nada, debo decir que no soy de esas personas que se enfada demasiado si un libro no vuelve de otra casa o de una amiga. He perdido cosas más importantes y he tenido que aguartarme como para liarla por un libro, que en el mejor de los casos, puedo volver a comprar o leer en la Biblioteca. Como siempre me acompaña una memoria de pez galopante, en muchas ocasiones no recuerdo a quién se lo dejé o quién no me lo ha devuelto. Casi mejor. 

Ultimamente he repasado mis estantes y hay una serie de libros que no están. Tal vez no vuelvan nunca. Dejo aquí unas palabras por dos de ellos.

La vida ante sí, de Émile Ajar (pseudonimo de Romaun Gary). Este libro desaparició demasiado pronto para no merecer ser el primero de la lista. Fue una pérdida dolorosa ya que aún no había podido leer mi ejemplar recientemente adquirido. Nunca me ha importado no estrenar los libros que compro, y en esta ocasión ni lo estrené ni lo pude leer. Creo saber quién lo tiene, pero si no me lo devuelve, no se lo voy a pedir. Hay cosas que no están bien, ¿verdad?

Mil soles esplendidos, de Khaled Hosseini. Este libro lo he prestado cien veces, y siempre volvía, como un fiel boomerang. Pero en algún momento, un día sin previo aviso, ocurrió lo inevitable. Tanto va el cantaro a la fuente, que al final alguien lo quiere y se lo queda para siempre. Faena. Me gustaba mucho este libro, que aunque era triste, me colocaba muy bien en fragmentos de la historia reciente. Ádiós, libro, ádios. 

Lo dejo aquí. No quiero seguir y perderme como ellos.

Un beso de mejor pensar que nunca fueron nuestros. mjo

2 comentarios:

Gontzal dijo...

A mi me ha pasado sobre todo con discos. Te quedas asi como huérfano y por un tiempo te da un poco de rabia, pero es lo que hay. Normalmente se supera con otros libros y con el aprendizaje de que a esa persona es mejor no dejarle un libro, ni un disco. Con lo cual siempre nos queda mostrarles el camino de la biblioteca y explicarles como funciona.

Muxus

marieta soul dijo...

En Memorias de África, Robert Redford dice algo sobre los libros y los amigos. Recuerdo que era bonito.
Tal vez esta tarde me regale ver otra vez la peli. La tengo en edición de lujo. Fue un regalo de mi esposo amado.

Un beso de sábado soleado. mjo