martes, 19 de julio de 2011

Como una niña pequeña.


Hoy he hecho algo que no debía. Y me ha caído una pequeña regañina.

Y el caso es que yo creo que era injusta la lectura de cartilla pero .... no he podido defenderme ante la autoridad competente por falta de pruebas que atestigüen que en otras ocasiones he hecho lo mismo y no se ha considerado motivo de falta.

Yo creo que todo depende del color con que se mire y del día que tenga cada una. Y no escribo esto para quejarme de la persona que me ha recriminado el desliz, sino para preguntar cómo puedo hacer para no sentirme como una niña pequeña (a la que le tiemblan las rodillas, lo juro) cada vez que a alguien se le cruza el cable y decide volcar sobre mi (frágil) persona su mal día.

¿Será así como se sienten nuestras criaturas cuando un día les reímos las gracias y al día siguiente les castigamos ante la misma travesura? Para volverse locas y locos.
Hay que ser consecuentes. Si es sí, es sí. Y si es no, es no. Pero un día sí y un día no ... no puede ser. Que me mareo.

Imagino que nadie sabe a que acontecimiento en concreto me refiero con todo esto, pero yo sí. Y a mí me vale. Esto de escribir en el blog tiene sus ventajas terapéuticas, no te creas.

Un beso a todas las personas sensibles a la mala leche ajena. mjo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡a saber que habrás hecho!
El moletero.

marieta soul dijo...

Ya te contaré. Nada grave, pero tú sigue diciendo que no me conoces de nada. ;-) Un beso.