miércoles, 24 de abril de 2013

Harta.


Ayer me acosté a las 10 y me he despertado a las 8. ¿Cansada? sí. De nadar contra corriente. (Pobres salmones). Menos mal que una amiga me echó una red y ascendí 3 kilometros y medio (de golpe) entre pincho y mosto con azucar. Ella (ya) me entiende. Gracias M. eres fuerte, eres valiente, tienes mala leche y gracias a ello ... todo. Yo, de mayor, quiero ser como tú. Y además, si no es pedir demasiado, tener amigas como tú. (¿Me estoy pasando de halagos? no importa, te esperan unos días duritos y esto puede servir de ayuda. Y si quieres, pídeme la furgoneta.)

Al resto del mundo, un consejo: Si tienes problemas (físicos, mentales, amorosos, laborales, financieros, ...) échale un par, no te rindas y rodeate de gente que te quiera (bien). Yo sólo creo en la fuerza de voluntad y el trabajo duro como mejor remedio contra los males de esta vida. Y si lo haces sonriendo ... mejor, así los demás no se preocupan. Que sepas, que en el rincón de la biblioteca, de esto, tenemos camiones de sobra. Acércate un día y te contamos un par de historias de terror que acaban siempre con una sonrisa.

Un beso grande, enorme, gigante, ... a la chica del mando a distancia. (Cuídalo, se lo merece.) mjo

Nota: no te preocupes si no entiendes lo que escribo. Algún día ...

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