jueves, 23 de julio de 2015

Be water my friend


Nunca le había visto tan guapa como el día en que me dijo que se iba de aquel lugar. (Esto es una cursilada, muy propia de un libro de clase B, de bolsillo y que, además, no es verdad, porque ella siempre está guapa; pero que siempre he querido escribir y nunca me ha venido bien al paso.) ¿Me lo permites, verdad?

Estabas guapa y radiante (como una novia casada con un nuevo proyecto) sonreías y te apretabas las manos porque noticias así no se tienen todos los días. Me lo querías decir y a la vez no te atrevías. Imagino que siempre se busca una manera espacial de decir a alguien (que te quiere) lo que ayer me dijiste a mí. Que te vas, que te quieren en otra parte, que te llaman en otro lugar. Y yo me alegro claro, muchísimo, porque sé que es algo que tú deseas, algo que tal vez no esperabas pero que ha llegado y que es un reto nuevo, una ilusión muy grande, un cambio. 

Y yo ahora pienso en Bruce Lee, y en el agua que fluye y en que las cosas, las personas, las estaciones, vienen y van y que eso es la vida y que esto es vivir. 

Te voy a echar de menos una jartá. Saber que ya no estás tan cerca me da un poco de mal rollo. Pero no nos vamos a olvidar ¿verdad? Vamos a intentar que la distancia no nos aleje y que el tiempo sin vernos acumule noticias que queramos compartir. 

Yo me quedo aquí, en este faro mio, y te deseo un buen viaje a un nuevo puerto. Cuida de ti y conoce a mucha gente interesante. Y luego me lo cuentas.

Un beso de agua. mjo

No hay comentarios: