"He quedado conmigo mismo dentro de dos horas. No me conozco personalmente pero hemos hablado mucho por chat y, en una ocasión -para desearnos feliz años 2008-, por teléfono. No me gustó mi voz: ligeramente nasal y con cierta presunción de locutor nocturno. Siento curiosidad por saber si, cara a cara, seremos capaces de mantener las largas conversaciones que solemos compartir de madrugada. En la pantalla del ordenador, el diálogo avanza sin obstáculos, mezclando cuestiones profundas y banales, inventadas y reales, combinando recuerdos y proyectos. No me hago ilusiones: en el ciberespacio abundan las falsedades y los que te hacen creer que son de una manera y a la hora de la verdad, te decepcionan."
Así empieza el primer capítulo Benzodiazepina, del libro La bicicleta estática de Sergi Pàmies.
Y yo me voy a la calle con la bicicleta (la que se mueve si pedaleas).
Un beso de sábado. marijo
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