jueves, 17 de noviembre de 2011

¡Mi plástico!

Ay madre. Ay madre. Ay madre.
Mayday, mayday, ... tenemos un problema Houston, ... Socoooorrroooo.

Atención: he perdido el retenedor de plástico de mis dientes. No tengo ni idea dónde está. No tengo ni idea desde cuándo no lo llevo puesto. ¿Esta mañana lo llevaba al levantarme? ¿Me lo habré tragado mientras dormía? ¿lo habré tirado a la basura junto con el sobrecito de infusión de menta? ¿O estará en la lavadora? ay señor, que hoy he puesto una de toallas y a buena temperatura. No puede ser. No puede ser. Pues hasta dentro de hora y media no acaba, que ésta es de las que no se pueden abrir hasta que no terminan su trabajo. Bien hecho, por otra lado, yo debería aprender de mi lavadora, que siempre empiezo un montón de cosas y luego las dejo todas a medias. Así me va. Por eso debe ser que pierdo las cosas, porque no me concentro.

Bueno, pensamos. Tengo que llamar a mi dentista. Me va a matar. Socorro (otra vez).
Mientras tanto voy a hacer una cosa que hacía mi madre cuando perdía alguna cosa, atar una punta de un pañuelo blanco para que apareciera. No me preguntes. Cosas de mi madre. Pero resultaba.

Un beso ... sin plástico. mjo

4 comentarios:

Anónimo dijo...

seguro que ya te ha aparecido
de corazón besos

Anónimo dijo...

Sí, estaba en el baño, detrás de una cajita que contiene el hilo dental y esas cosas. Si es un perro me muerde. Xabier lo ha encontrado. No sé qué haría yo sin mi hijo.

Muak. mjo

gorka dijo...

Menos mal..porque yo ya habia pedido a mis chavales en clase de tecno que te hicieran un apaño...pero era de madera...asi te podrias convertir en la dulce PINOCHA...pero con la diferencia de que tu corazon es de carne y hueso y de esos que laten y hacen latir...

Anónimo dijo...

tambien es importante pedirle a san antonio y decirle que vas a echarle dinero siempre te atiende