sábado, 28 de junio de 2014

Incidencias varias tuvimos.


El mío voló, entre mordisco y mordisco, y fue a parar a la baldosa, entero, entero. El del moletero cayó, por encima de su esposa y (además) se manchó el zapato. El del bar (cuyo nombre nos tuvo intrigados un buen rato) estuvo bien, rico, y al corzo, (por los pelos) no llegamos. Esta fue nuestra relación con el Jan Alai de anoche. Unas amigas (que iban a otro ritmo) ya son expertas. A una de ellas le van a dar un diploma, seguro.

El caso es que hoy es sábado y salimos de nuevo. Una excusa bonita, cumpleaños. Dejo esto, voy a elegir modelo. Llueve. Vestido blanco, botas y chubasquero. ¿Por qué no?

Un beso post-siesta. mjo

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La victima no ha logrado quitarse los restos del fresón rebelde.

El domingo estuve a punto de ir al bar y pedirme otro.
"Sácame otra ronda, que el del pie derecho se ha quedado con hambre".

La lectura positiva es que ahora tengo un zapato con recuerdo del Jan Alai 2014. Deslustroso, eso si, como el dueño.
FYI.

marieta soul dijo...

¿FYI?

Ya estamos con los nombres raros. Por cierto, lo averigué. Es de POZUelo (no sé si de Alarcón).

Un beso, y la próxima ponte chanclas, que a tu dedo gordo seguro que le gustan las fresas y el queso.

mjo.

Anónimo dijo...

FYI: For Your Information