jueves, 26 de mayo de 2016

Wiliam Faulkner


Ayer tuvimos chica nueva. Y tiene un nombre precioso. La de los puertos. ¿Dónde? en Urrike, en la Rebotika, claro, último miércoles del mes. Faltó nuestra cuarta nota musical, estaba de reposo (que yo la vi) y se ausentó también la tocaya de la chica nueva, y M., que necesita tiempo y silencio. El resto, ahí estuvimos, con nuestras mejores risas, fotografía de pulpo incluida, libros con historias y comidas y cine. Nunca falta. Y que no falte nunca. Yo tráfico, ellas trafican. A. le pasó a P. un libro a escondidas, que yo lo vi, sí, otra vez (yo lo veo todo) Y como sé de qué iba el libro, no quise molestar. (Me alegro de que las cosas vayan bien.) M. (la del pulpo) nos recomendó a Faulkner. Mientras agonizo. Está en alguna parte de este blog, pero no importa, lo repito. 

Ahora cedo este aparato a mi trompetista que tiene que cantar inglés.

Un beso de migas en el coche. mjo

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