Llegó hasta marieta y se coló por debajo de la puerta. Bonita no, preciosa. Desde París. Por avión. Del lugar más bonito del mundo. De Sacre Coeur.
Ya no se envían postales y es una pena, porque la alegría que provocan es inmensa. Sobre todo si no las esperas.
Me ha encantado la trufa y me ha chiflado la tarjeta. Y no te imaginas el lugar que va a ocupar tu regalo en mi ... (no voy a decir corazón, porque te vas a reír de mí.) Gracias B. eres la mejor.
Un beso a la chica de los ojos grandes, que me explica una y otra vez cosas que nunca aprenderé. mjo
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