miércoles, 13 de abril de 2011

Tela marinera.

Un amigo muy querido está leyendo: "Lamentaciones de un prepucio" de Shalom Auslander.
Y anoche, no sé si por casualidad, por error o por estas gracias que tiene la vida, cayó en mis manos ese libro que os digo.
Para empezar a abrir bien los ojos, ya tenemos el título, bajo él hay un dibujo de dos mal encarados rabinos y después, en mayúsculas, podemos leer: "Dios es cruel" entre dos estrellas de seis puntas, escrito en una banda morada que envuelve la portada.
Detrás: "El hijo indeseado de la ortodoxia judía, el nieto cabreado de Philip Roth, el heredero blasfemo de Woody Allen." Claro, te entran entre dudas sanas y escalofríos morbosos.

Y sí, lo he escrito a propósito, tela marinera. Ya sabéis que tengo la costumbre de escribir aquí algún párrafo, pero no puedo. Leí unas 35 páginas y pensé... ¡qué tipo! ¡qué libro! y seguiré leyendo pero ... con coraza.

Sé que habrá cola para coger este libro. Tengo muchos conocidos a los que les puede interesar. Y utilizo, también a propósito, el plurar masculino. No me preguntes por qué.

Por cierto, uno de esos amigos está ahora en china. Un beso desde aquí. Cuídate mucho y vuelve pronto y con regalos. Ya sabes.

Un beso nocturno. Y mañana más. marijo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para Rosa Mari, como siempre se me olvida aprovecho ahora que me he acordado para escribirtelo, en el cartel ponia:
El amor no es solo la atraccion entre dos personas, sino una gran respuesta a la pregunta de si vivir merece la pena
UN MILAGRO DE EQUILIBRIO ENTRE LA TRISTEZA Y LA ALEGRIA
Pues si que es bonito, tenias razon, agradeceselo a Julia que fue la que lo escribio
Musux guztiontzat eta gero arte