jueves, 7 de abril de 2011

Y un mosquito.


Por si la secuencia de ayer con las hormigas en la cocina no hubiera sido suficiente, hoy me levanto maltrecha por el ataque furioso de un mosquito trompetero que ha saciado su gula con mi cuello y parte de un hombro. Y yo pienso, entre las fresas y la tostada, ¿habrá sido la venganza del mundo animal? Ay, y si el mosquito vino a vengar a las hormigas, ¿que otro bicho vendrá a vengar al mosquito? Porque sí, al mosquito también lo he matado. Con la zapatilla. En el cuarto de baño. Y en la pared he visto mi sangre. Ésa que él succionó al amparo de mi sueño y de la noche. ¿Qué me deparará hoy el día? ¿una serpiente, una víbora quizá? cogeré un palo y andaré prevenida. O tal vez lo mejor sea disculparme con las hormigas. Con las que quedan, claro. Y dejarles el camino libre. Eso no puedo, se comen todo lo dulce que cae a su paso.
¿Guerra o armisticio? difícil elección.

Un besote. Y sonrie, es lo mejor. mjo

1 comentario:

gorka dijo...

Hola chicas!!!!

Ya se que sin los hombres no podeis vivir..pero tendreis que esperar otra semana mas para disfrutar con mi presencia.

Marijo, cuidado con los bichos que como se pongan a recopilar KARMA, ese mosquito se convierte en HOMBRE!!!!.jejejeje..

Echo de menos el rincon pero la semana que viene vuelvo con SORPRESAS!!!

Abrazos ultramega positivos!!