martes, 23 de diciembre de 2014

No es lo mismo.


Además de ser el título de un disco que tenía mi hermana, es la frase que se me quedó incrustada en la cabeza cuando escuché a la dependienta de una boutique decir la mítica frase de: "para tapar unos agujerillos". Y es que ayer fue el día de la lotería y siempre me ha gustado eso de ver a la gente festejando por todo lo alto su cambio de estado de un poco pobre a un poco menos pobre. (Porque las personas que se hacen muy ricas, esas, no salen en la tele brindando con las amigas y enseñando el décimo de lotería. No, esas no.) A lo que iba. Lágrimas como pedruscos de cantera me caían a mí cada año cuando oía lo de tapar agujeros o más entrañable aún ... para ayudar a los hijos. Sobre todo si lo decía una buena señora, aún con el delantal puesto porque le había avisado la vecina que había tocado el gordo en el bar de la esquina. Entonces era verdad. Y si no, que se lo pregunten a ese señor que yo conozco que después de trabajar más de 8 horas en la fábrica se iba a instalar antenas a los tejados. Bocas que alimentar, pies que calzar y cuadernos y lapiceros de tres en tres, ... eso sí era como para rezar que te rozara el segundo o el tercer premio. Si ahora te toca la lotería y proclamas que te harás un crucero y después te dedicarás a los agujeros, entonces, lo siento, no me lo creo. 

Menos mal que aún nos queda el día de los Santos Inocentes.

Un beso de martes festivo*. mjo

*Festivo porque hoy, a las 7 de la tarde, fiesta del Rincón del lector en el Sukoi

Nota: No me empieces con eso de que llegarás un poco más tarde. A las 7.

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