domingo, 7 de diciembre de 2014

Teatro.


María.-No llores, hija mía, que vas a terminar por enternecerme a mí también. ¿Tú quieres saber cuáles son mis penas parar compararlas con las tuyas? Las mías son viejas..., echaron raíces... y se fueron hondo... Ya no hay remedio. ¿Y cuáles son las tuyas?

Julia.-Yo no tengo penas.

María.-Sí, tienes. ¿Quién no las tiene?

Escena III del Segundo Acto. ¡Bendita seas! de Alberto Novión. Colección La Farsa.

250 pesetas costaba en su día este libro ahora viejo y amarillo. Llegó al rincón gracias a una futura amatxu.  (Cuídate, cariño).

Lo traigo hoy porque alguien que vive el teatro (con los cinco sentidos) necesita la silenciosa compañía de las personas que la quieren bien. 

Un beso grande y un abrazo más grande aún. mjo

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