martes, 26 de mayo de 2020

Ratos para charlar

 
"El día que su vecina le contó lo que todo el mundo en el pueblo sabía y ella no había llegado ni a intuir, agarró las maletas, compró un billete de autobús, y se fue lo más lejos que pudo con el poco dinero que tenía ahorrado. Le alcanzó para llegar hasta Oporto, una cuidad que a primera vista le pareció ocupada por personas amables y de costumbres sanas y fáciles de aceptar."

Oporto. m.s.

En los paseos de la mañana hablamos de gallinas y cabras y desbrozadoras y motosierras. En los paseos de la tarde hablamos de Portugal, ese país que me has enseñado a querer por muchas de sus cosas buenas. Imaginamos que nos vamos, y que empezamos de nuevo una vida de otra manera. Es nuestra forma de soñar, a cachos y a bromas.

Un beso al chico que me levanta (con paciencia) por las mañanas. mjo

Nota: Incluso cuando la que se empeña en ir a andar soy yo. 

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