jueves, 17 de febrero de 2011

Juan José Millás.

"Al día siguiente Julio amaneció enfermo." "Se incorporó con pesar sentándose en el borde de la cama y se entregó a la tos sin pasión y sin resentimiento. Ese día, por otra parte, las convulsiones habituales estaban adornadas con pequeños dolores uniformemente distribuidos por la superficie del pecho. Las articulaciones de su cuerpo enviaban también leves mensajes de aflicción que invitaban al encogimiento."

Menos mal que hoy no iba yo al rincón. Os habría contagiado de otro resfriado. Lo malo es que ya van tres en lo que va de año. ¿Serán estos cambios de tiempo? ¿Me faltaran vitaminas? ¿Se arreglaría durmiendo?... Y para colmo de males nadie me cuenta nada. ¿Qué tal hoy en el sofá? Vamos! gacetilla quiero. ¿Cómo estuvo? ¿Cuánta gente? ¿Cuál fue el tema? ... ¿Tendré que esperar a mañana para saber si me echasteis de menos? No tenéis perdón. Yo que todo os lo cuento.
Ay, se me olvidaba, el libro ... "El desorden de tu nombre"

Bueno, agur. Un beso. Gabon.

3 comentarios:

El Edu dijo...

Ay maja, eso es lo que tiene ponerse mala !no todo van a ser ventajas! ;D
(Como decía Jezulín: "cuidesemelá")

Anónimo dijo...

Mjo: deberías estar muy orgullosa. El rincón ("literalmente") estuvo ocupado con cinco o seis personas, y sé de buena tinta que se lo pasaron bien. Charlaron animadamente mientras comían dulces y caramelos... qué te parece?
Buen trabajo, Reina!

Anónimo dijo...

Un gran abrazo, que cuando ritorni il tuo amore sicuro qui te quita molto catarro, ya veras