martes, 15 de marzo de 2011

"La educación del talento". José Antonio Marina

Ayer en la biblioteca me entregaron, que estaba en lista de espera, este libro de ahí arriba.
Después de leer "La inteligencia fracasada", que estuvo bien, decidí repetir autor. Además, siendo madre como soy, me interesa el tema: "Lo que padres y docentes deben saber".

Sólo hay una pequeña pega.
Que ahora no me puedo abstraer de esa idea que yo ya tenía, Edu me recordó y ayer Pili (con argumentos muy claros y muy sanos) me animó a mantener, sobre lo de no hablar siempre de padres y no de madres, de alumnos y no de alumnas, de niños y chicos y no de niñas y chicas. No quiero ser pesada, pero si Antonio Marina nos quiere ayudar a enseñar ¿no debería plantearse él también una serie de cambios en el lenguaje para inculcar la igualdad en la educación que damos a nuestras hijas e hijos desde sus primeros años? No sé, pero igual no es tan difícil. ¿No dicen que las lenguas están vivas? Utilicemos esa vida, y esa capacidad que tienen las cosas vivas de cambiar. Los cambios no son malos, no son obligatorios, no deben producir disputas, son sólo eso: cambios. Otra manera de ser, otro propuesta posible de ser. Yo lo tengo claro. Y aunque, como mi amiga de Igualdad dice, "esto del cambio en el lenguaje no es la panacea, es un granito más de arena", me lo aplico. Y estoy contigo.

Una frase:
“La diferencia sexual está ya dada en el mundo, no es el lenguaje quien la crea. Lo que debe hacer el lenguaje es nombrarla, puesto que ya existe.”

Un beso a todas y todos, seguiré con el libro porque me interesa pero ... existe esa pequeña pega.
marijo.

3 comentarios:

Edu dijo...

No comparto con quién escribió La Frase. El lenguaje SI puede discriminar, o por lo menos ayudar a mantener la discriminación existente en el mundo.
Caer en el permanente autoexamen de si lo que decimos es "sexistamente correcto" puede llevar a situaciones paranoicas. Creo que la solución está en dar pequeños pero sólidos pasos, ejercitándonos cada vez a usar un término "neutro" nuevo, uno sólo.
No hay que ser "correcto" de la noche a la mañana. Poco a poco.

Anónimo dijo...

Edu, creo que has entendido la frase en sentido contrario al que tiene. Lo que quiere decir es que la diferencia existe ya entre hombres y mujeres (física, genética, ...etc) que no es el lenguaje el que hace diferentes a los hombres y a las mujeres, si sabemos utilizarlo.
Al final, decimos todos lo mismo. Con calma, sin prisa, pero siendo conscientes podremos cambiar algunas cosas para ser más justas las personas en nuestra sociedad, a través de nuestro comportamiento, y nuestro lenguaje.
Un beso ... y buen rollo.

Edu dijo...

Ops! releo y me doy cuenta de mi error. He malinterpretado "diferencia sexual" como "discriminación sexual".
Merçi.
(era "de sabios reconocerlo", no? jaja)