miércoles, 15 de abril de 2020

Estoy, que no paro


Yo, que llevaba esto de la cuarentena con la mayor de las elegancias y lo de no salir a la calle me estaba resultando bastante soportable y llevadero, ... hoy, sin quererlo, me he cargado la media de salidas y de tiempo de callejera.

Ha ocurrido más o menos todo en este orden:

Salida a la tienda de informática para llevar mi ordenador aquejado del mal de licencia caducada para la utilización de no sé programa imprescindible en mi vida laboral y cotidiana.

Aprovechando esta salida, he tirado la basura, y en mi trayoctoria, en la cola de la tienda de abastos alimenticios, me he encontrado con mi amigo pilatero del alma. Os manda recuerdos, chicas.

De vuelta de la tienda donde he adquirido mi paquete de programas, y después de pasar bajo el balcón de la más bella princesa del reino (hay que ver cómo te ha crecido el pelo, guapa) me toca, ya que estamos vestidas y calzadas, ir a por algo de fruta y bastantes patatas. Que en casa comemos mucho y todo se gasta un poco.

Al llegar por fin a casa, la cosa de los programas que no chuta, que no sabemos, que vuelta a la tienda de informática. Allí, un boligrafo de tinta se me explota, me mancha y dejo todo a merced de que reparen el desaguisado y me llamen cuando puedan.

Por la tarde vuelta a por el portatil y también visita a la farmacia (que ya va tres veces en una semana).

Y cuando ya por fin parece que ya me quedo, que si no hay jabón, que si faltan algunas cosas, ... 

Parce mentira, pero lo voy a decir, qué ganas tenía de llegar por fin a casa.

Un beso a mis amigas guapas. mjo

Nota: Hoy he salido pensando en todas vosotras. mjo

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