jueves, 30 de abril de 2020

Una hora, una vez al día


Andan locas mi amigas con eso del planing de salidas para este próximo sábado. Que si horarios limitados, que si solas o en pareja, que si con mallas o camiseta. Unas preguntan si pasear es deporte y otras si lo del kilómetro cuenta si tienes que atravesar un puente. No lo tenemos muy claro. Y ya se sabe, hay que organizarse, que esta vez hay que hacerlo bien, porque el primer paseo después de una cuarentena no se olvida facilmente. Memorable va a ser. (Sí, memorable la cantidad de selfies que vamos a tener que ver. Habrá que intentar no aparecer en foto ajena. Prudencia, por favor, prudencia.)

A mí me apetece subir a Etxano, pero entiendo que no seré la única, y eso de salir a las 6 de la mañana lo veo un poco ... temprano. Además, seguro que todo el mundo quiere ser como el tipo de la luna, y poner el pie el primero.

No sé en qué acabará la cosa. A mí me da que caminar vamos a caminar bien poco, entre tanta gente a la que no has visto y con la que quieres cruzar, al menos, un par de palabras. Lo iremos viendo.

Un beso de ya tengo las zapatillas en la puerta. mjo

Nota: Me dicen por aquí que eso de pararse a hablar con la gente, nada. Que si te paras, te mandan de nuevo a la casilla de salida y te descuentan cinco minutos en cada vuelta.

2 comentarios:

Gontzal dijo...

Eso debería venir en el contrato matrimonial. Pararse un momentín a hablar con una amiga es pecado mortal y motivo de hacer tú la cena veinte días seguidos por lo menos.
Algo así como las tiendas de zapatos o las tiendas de teléfonos.

marieta soul dijo...

Intentaré no pararme. Pero no prometo nada.
Soy débil y cobarde y si me encuentro con alguna chica del rincón, no voy a poder evitar relentizar el paso para lanzarle un beso con la mano.
Aunque tenga que hacer yo la cena.

Un beso, caballero. Nos vemos. mjo