"Sobre las seis de la tarde, cuando me desperté de la siesta, el frente tormentoso era ya como una larga alfombra sobre el cielo del atardecer. Me recosté en el sofá y observé a través de los grandes ventanales del salón: en el horizonte, una titánica formación de nubes, alta como un abismo y tan amplia como permitía la vista, avanzaba como un implacable ejército. Sus negras entrañas relampagueaban prometiendo una batalla encarnizada contra la tierra."
La última noche en Tremore Beach. Mikel Santiago.
Como la vida misma. Así está el cielo estos días, y el mar lo no veo pero los ríos están que no les cabe ni una gota más. Llueve y llueve y sigue lloviendo. Me dijo ayer una chico guapo que la Virgen de la Cueva ha dimitido. Por algo será.
Un beso de viernes y txubaskero. mjo
Nota: A las 22:30 llegué yo ayer. Esto de los jueves se está convirtiendo en una actividad de riesgo.