lunes, 20 de julio de 2020

Mikel Santiago


En un pequeño pueblo del País Vasco, nadie tiene secretos para nadie. ¿O tal vez sí?

"En la primera escena, el protagonista despierta en una fábrica abandonada junto al cadáver de un hombre desconocido y una piedra con restos de sangre. Cuando huye, decide tratar de reconstruir él mismo los hechos. Sin embargo, tiene un problema: no recuerda apenas nada de lo ocurrido en las últimas cuarenta y ocho horas. Y lo poco que sí sabe es mejor no contárselo a nadie."

Todavía me acuerdo de la rapidez con la que leímos La última noche en Tremore Beach, y la duda sobre la pronunciación de dicho nombre. 

Un beso a las chicas que estudiaban inglés. mjo

2 comentarios:

R dijo...

Y un beso a las flores de un intenso color naranja, no sabéis lo que podéis acompañar un paseo ...

marieta soul dijo...

Parece mentira que la naturaleza pueda rodearte con esos vivos colores, ¿verdad?

Un beso a la chica estupenda que busca menhires. mjo