He pasado el fin de semana entre las manos de mi madre, el sonido de unos violonchelos, el sol de septiembre, la alegría del chico largo porque (por fin) comíamos en Kanala beach, el agua de mi playa favorita y tiempo para pasear. También la siesta después del arroz por cortesía del que se queda a vivir en nuestras risas, y los abrazos, el helado compartido, la paz.
Ha sido un bonito fin de semana.
Un beso de sueños con forma de caracola. mjo
2 comentarios:
Las vacaciones por aguas mediterráneas y el fantástico clima que por aquí estoy disfrutando, han hecho que me olvide de leer tus comentarios diario.
Qué bien te veo Marieta!!!
Y cómo me alegro!!
Un beso y hasta enseguida.
¡¡¡Disfruta!!! y a la vuelta me lo cuentas. muak
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