"Según dicen, nadie es imprescindible. Fíjate, ni siquiera la cabeza que sujeta la corona.
El rey ha muerto, ¡Viva el rey!
Todos somos, no obstante, irreemplazables y únicos.
Mi antecesor era más lindo que yo, ya lo sé, pero trataré de hacer que no lo añores demasiado.
Te protegeré con mimo. Lucharé, en mi fragilidad, contra fríos chaparrones y molestos vientos.
Admitiré que, de vez en cuando, prefieras prescindir de mí y pasear bajo la lluvia. Y, si algún día me pierdes o regalas, trataré de no añorarte demasiado."
Cuando perdí mi paraguas negro con puntos blancos (mi precioso paraguas negro con puntos blancos) una amiga, a la que quiero mucho (y creo que ella lo sabe) me regaló otro morado con ribete rojo. Junto al regalo había una nota. Esta nota arriba escrita. (Perdóname el plagio. Escribes demasiado bien para que sea yo tu única lectora.)
Un beso y ahora nos vemos. Me reconocerás: están cayendo unas gotas y llevo mi paraguas nuevo.
El rey ha muerto, ¡Viva el rey!
Todos somos, no obstante, irreemplazables y únicos.
Mi antecesor era más lindo que yo, ya lo sé, pero trataré de hacer que no lo añores demasiado.
Te protegeré con mimo. Lucharé, en mi fragilidad, contra fríos chaparrones y molestos vientos.
Admitiré que, de vez en cuando, prefieras prescindir de mí y pasear bajo la lluvia. Y, si algún día me pierdes o regalas, trataré de no añorarte demasiado."
Cuando perdí mi paraguas negro con puntos blancos (mi precioso paraguas negro con puntos blancos) una amiga, a la que quiero mucho (y creo que ella lo sabe) me regaló otro morado con ribete rojo. Junto al regalo había una nota. Esta nota arriba escrita. (Perdóname el plagio. Escribes demasiado bien para que sea yo tu única lectora.)
Un beso y ahora nos vemos. Me reconocerás: están cayendo unas gotas y llevo mi paraguas nuevo.
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