La comida fue lo de menos. Sin aliñar la ensalada. Sin segundo. Fría la pasta. Pero había hambre y muchísimas ganas de vernos. Por lo tanto: todo perfecto. El té blanco me mantuvo alejada del sueño hasta bien tarde anoche, pero no importa, aproveché para volver a reírme al recordar el encuentro. Gracias. Tenemos que repetir.
Mientras ella trajinaba en la cocina yo me recorría esa casa llena de luz, puertas abiertas y armarios repletos de libros. En el sofá, junto a sus cosas, un libro extenso (de esos que le dan dolor de mano bajo el dedo gordo) Habitaciones cerradas. Care Santos. Terminado. Lee más que respira. Y respira mucho. Un día de estos le insisto para que vuelva al rincón. Queremos visita tuya.
Martes. Frío y calor. Seguro. Me voy a trabajar. Nos vemos.
Un beso de pan integral. mjo
1 comentario:
Te quiero mucho
Un abrazo
fátima
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