Horas y horas de tos. Tos inútil e improductiva. Tos irritante e irritativa. Una tos de mierda.
Tengo los abdominales castigados por el esfuerzo. La cabeza loca. Los oídos raros. (Esta entrada le encantaría a nuestro amigo Millás, ¿verdad, K.? Tan dado a las descripciones escatológicas como es él.
Pero no es solo la tos. No. Noooooo. Cuando, en la noche, decido abandonar mi maravillosa cama para recostarme sobre el sofá (todo con el interés de no molestar a los que respirar el sueño nocturno) Y tras la ingesta de una cucharada de crema de avellanas (lo he probado todo, lo juro) me relajo, me adormezco y un picor insoportable y totalmente reconocible me altera el minúsculo sueño conseguido al vuelo. El susodicho picor ha sido generado por un odioso mosquito de patas largas y alas cortas (siempre son los de patas largas y alas cortas) que me elige siempre a mí, con el fin de amargarme la existencia. No duermo, toso y me pica todo. ¡Socorro, me voy a meter en el congelador y no voy a salir hasta que se hayan extinguido los mosquitos chupa sangre! Soy alérgica, el picor dura mucho y se me hinchan los ojos. Hoy estoy para esconderme y no hablar ni por el teléfono fijo. Un espantajo.
Lo siento, necesitaba compartir mis miserias contigo. ¿No dicen eso de en lo bueno y en lo malo? El picotazo ha sido en el nudillo de la mano izquierda. Mosquito canalla.
Un beso lamentoso. mjo
1 comentario:
Calma, calma bonita. Todo pasa para bien. Igual ese picotazo de hoy te inmuniza para cuando llegue el mosquito tigre, y eso qeu llevas por delante.
Besos con todo el sanador cariño dle mundo
Fátima
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