Hablar de la factura de la luz me da sueño. Mucho sueño. También hablar del consumo del móvil, el gasto en seguros de coche, vida, casa, ... Sueño y más sueño. No puedo remediarlo. No puedo. Y además, su voz, la del chico que me habla de todas estas interesantes cosas, es suave y familiar y con ello me relajo, me acomodo y me duermo. Lo siento. No es falta de interés o de educación, para nada. Es cuestión de códigos. Mi cerebro no procesa bien ciertas palabras, se marea, se llena de una bruma espesa.
Yo sólo quería decir Zorionak. Y ahora ya no puedo hacer nada. Toca manta, sofá y adiós mundo por una par de horas. Ciao. Nos vemos luego.
Un beso al guapo de las pecas. mjo
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