No, no estoy festejando el día internacional con varios meses y un día de despiste, ni es que me haya vuelto (más) ecológica de lo normal en la jornada de ayer. El tema es que mi querida furgoneta no pasa la revisión impuesta y me he visto, así de sorpresa, sin vehículo para mis quehaceres diarios. Menos mal que era lunes. Si cae en miércoles tengo que pedir prestado. Como lo oyes. Y es grave la cosa en un par de apartados, otros tantos leves, y alguno que ha colado, como llevar las hamacas aún en el maletero después de pasado el verano. (Y es que en esta bendita casa nos cuesta eso del cambio de estaciones y la renuncia al Mediterráneo y la costa vasca.) El caso es que caminé junto a mis alumnas en lugar de llevarlas a casa en coche, planté un par de pedidos sin recoger y me dejé llevar por la nostalgia de su silueta gris azulada aparcada en la acera delante de la panadera. Soy una sentimental. Mi furgoneta empieza a ser mayor y yo no lo tenía previsto. Solo pensar en ello me siento un poco más desvalida. Espero que pronto se arregle todo.
Un beso de rotu rojo. mjo
Nota: Dicen que ahora te miran hasta los cinturones de seguridad. Y yo, con conchas de mar en la guantera.
Un beso de rotu rojo. mjo
Nota: Dicen que ahora te miran hasta los cinturones de seguridad. Y yo, con conchas de mar en la guantera.
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