Lo que dejaba en el tintero no era otra cosa que el sorprendente hecho (al menos para mí) de que actuase Jomas Rhodes en la gala de los premios Goya y nadie hiciera presentación alguna. Ni el de la retransmisión siquiera. James Rhodes el de: "Pero todo me dolía, y en aquel momento me pareció una buena idea. Así, de la forma más banal que se pueda imaginar, me pasé por la farmacia del barrio y compré un paquete de cinco cuchillas de afeitar Wilkison Sworda y unas cuantas tiritas." Instrumental. Memorias de música, medicina y locura. Si no lo has leído no sabrás de lo que estoy hablando. Claro. (Yo quiero ir a un concierto suyo, leer su segundo libro y tenerle de amigo para hablar del lado oscuro de la vida y reírnos de ello. Es muy bruto. Y yo también.) Bueno, pues eso, que no hubo presentación antes ni después de su magnífica interpretación al piano. Increíble pero cierto.
Un beso de canosa a canoso. mjo
No hay comentarios:
Publicar un comentario