El alma se aturulla y las palabras no llegan. La sed, la angustía. Vueltas. Dolores. La imaginación salva la noche de fantasmas. Pero llega la mañana. Los ojos azules se llenan de lágrimas. Y los míos te acompañan. Calma. Hay que mantener la calma. Él no quiere veros llorar, porque él no llora. Lucha. Tú luchas. Y yo no puedo ofrecerte mucho. Compañía. Una pequeña ayuda. Un zumo. Galletas.
La vida, tan curiosa ella, nos pone en situaciones que no esperamos. Y todo cambia.
Un beso a mi amiga de hilos. mjo
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