"En la escuela le concedieron una semana entera de convalecencia. En esos siete días Norberto ratificó su desgracia personal: a él lo querían mucho, demasiado, y no solo su padre o su madre, sino todos los integrantes de la familia. La jugada de locura repentina se le había vuelto en contra: la baja escolar lo cercaba más en el mundo de su familia; ese grupo de personas que realmente creía que aquello había sido un ataque de locura, más que la reacción de un hijo saturado a besos."
Tendríamos que haber venido solos, de Guillermo Roz
Iba buscando el último libro de Pedro Mairal, pero no estaba, o no había, o solo en digital. Me volví a casa con este y otro. (Mañana te cuento.)
Un beso de libro curioso y frases geniales. mjo
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