La casa rebosa adornos navideños y pinturas acrílicas mate de la marca FolkArt. No es normal. No somos normales. O eso creo yo al menos. Imagino el resto de hogares limpios y ordenados, decorados al gusto de la tendencia, y dignos siempre de ser visitados. Nuestra casa es un compendio de practicidad, alegría y comodidad. Donde se vive y se trabaja a partes iguales. Pinturas, pinceles, carteles, ... Nada permanece. Todo puede ocupar otro lugar en cualquier momento. Ahora ha entrado en nuestras vidas una diana y sus dardos. ¿Dónde irá? Pues en la sala que hace las veces de espacio polivalente, ¿dónde pensabas?
Esta noche toca timba. Si te animas, aquí estamos. Música, algo para picar, para tomar. La noche es larga. Viva la improvisación y los espacios mutantes según las necesidades de sus habitantes. Que lo importante no es la casa, sino las personas que viven en ella.
Un beso con mucha luz de ventanas sin limpiar. mjo
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