Es una tradición que cada año, cuando llegan las fiestas navideñas, me coja alguna incómoda dolencia respiratoria que abarca mi garganta, mi nariz y mi cabeza. No puedo hablar, no puedo pensar y no puedo respirar.
Me vas a permitir que sea breve en mis palabras. Hoy no estoy muy creativa. Mejor me dedico a pintar carteles navideños y a preparar tarjetas para las amistades. Otra tradición de cada final de año.
Si lo miro por el lado bueno, para el fin de semana y las celebraciones ya estaré como una rosa. No hay nada como adelantar tareas.
Un beso de agua caliente con miel y limón. mjo
2 comentarios:
Creo que sólo faltabas tú para pillar el engorroso resfríado.
Pero, como bien dices, con miel y limón, el fin de semana como nueva.
Mua, mua,mua.
Gracias, guapa.
Creo que empiezo a ver la luz. (Qué exagerada soy, ¿verdad?)
Espero que tú estés bien. Románticamente bien.
muak
mjo
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