Hoy me voy a Durango. Toca Encuentro en la Rebotika. Y mañana Amorebieta. Rincón. Lejos de parecer liosa, mi vida me parece un puzzle de muchas piezas bien colocadas. Cada cosa a su debido tiempo, y tiempo para cada cosa. No hay que sacrificar mucho. Si acaso algo de sueño. Se recupera el fin de semana. 3 horas de siesta y parra.
Creo que hoy me voy a presentar en la entre planta de Urrike con el libro de Fernando León de Aranoa. Aquí yacen dragones.
Y también con algo de Benedetti, y de Kundera, y de Mastretta.
Un beso de trucha. mjo
1 comentario:
A mí siempre me han gustado los puzzles ... tengo uno más chulo de unos niños en unas macetas de Anne Geddes que me regaló una marieta, digo una amiga mía, jaja ... Uysss, que igual era una metáfora lo de los puzzles ¿no?
Gracias por escribir tan bien
R
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