Tacitas.

Sentido del humor. Sí. Eso mueve el mundo. O debería moverlo. Y no las bombas que cada día oímos en los noticieros. ¡Quiero reírme, por favor! 

He de reconocer que soy de risa fácil y sonrisa más fácil aún. Yo sola me reía creando una fregona-barba o una barba-fregona (según como ser mire) y me reía más aún viéndola en el rostro de mi compañero de taller de ayer. Me río cuando X. dice cirujuro en vez de cirujano. Y cuando K. nos envía chistes malos o noticias tontorronas. Me río mucho con mi amiga F. Y sobre todo me río mucho los viernes por la noche, cuando el cuerpo se relaja y la cabeza ya no piensa en nada. Me río en Urrike, claro, cuando M. dice que F. lee novelas de tacitas y es que M., con ese carácter que tiene suelta lo que piensa y adiós muy buenas. Y yo sé que ella sabe que precisamente eso es lo mejor que tiene. Debería conocer a M.A. (la del rincón) la que me dice continuamente que solo digo tonterías. Y yo me troncho. Y digo más, precisamente para ella. (F. dice que yo voy a ser así de mayor.)

Un beso grande a las chicas de la Libreria Urrike. A las que vienen, a las que no pueden y envían recomendaciones, a las que hablan, a las que hablan menos, a las que leen libros de tacitas y a las que quieren escribir un libro. mjo