"Jamás me había planteado ser propietaria de un hostal, ni siquiera gestionar uno. Aunque tampoco esperaba quedarme viuda a los treinta años."
Debbie Macomber para las tardes de hamaca, orilla o piscina. Bienvenidos al hostal de la felicidad. ¿Por qué no? Todo no va a ser Auster o Millás.
Un beso desde Port Orchard. mjo
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