Como y duermo. Leo y duermo. Trabajo y duermo. Duermo y duermo. Cuando me relajo, me duermo. Cuando espero, también me duermo. Me duermo antes de cenar y después de lavarme los dientes. Todo el rato estoy al borde de un "me duermo". Duermo y duermo. Soy como una princesa pero sin el huso de la rueca. Y tampoco bella. Más bien una durmiente despeinada. Es la venganza por las noches de vigilia y la horas en vela. Ahora me recupero.
Hoy es jueves, y si alguien lee bajito o me pone la mano en el hombro, o susurra algo lindo a mis espaldas, me duermo. Por lo tanto, cuidado. Soy material sensible al sueño.
Un beso de almohada. mjo
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