"Rose era una mujer agradable, guapa. Se recogía el cabello en un gracioso moñete, muy estiloso, pese a que su breve melena apenas daba para sujetarlo. Tenía las manos pequeñas, blancas y suaves; manos de florista. Encarnaba el prototipo de novia francesa que todos querrían tener; la nuera exquisita que haría las delicias de cualquier suegra; esa compañera de piso con la que nadie dudaría en irse a vivir. Era la vecina perfecta."
El mar que te debía. Mikel Alvira. (Ediciones Ttarttalo)
Un beso de jueves y Kepa Junkera. (Si te ha llegado la invitación para la exposición en el Zelaieta a las 8:30 de la tarde, puedes venir, y si no la has recibido ... también.)
Nos vemos. mjo
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