miércoles, 5 de junio de 2013

Ya sólo le falta el Cervantes.


A este caballero con precioso acento jiennense (será que el recuerdo que tengo de un chico de esa tierra me lo hace bonito) le han concedido otro (casi monarquico) premio. Hoy, hace unas horas, lo he oido en la radio. Pues enhorabuena. (Dicen, que se lo ha arrebatado de la punta de los dedos a John Banville, Murakami o Luis Goytisolo.) Vaya, vaya.

"Vio surgir bajo el líquido tintado levemente de rosa la boca, el pelo, la sonrisa, la mirada, las manos, el escote, la mancha brillante del escapulario, como un jugador de billar que admirara pasivamente la culminación de una casualidad inesperada o de su recién descubierta maestría, sumergió con reverencia los dedos hasta tocar la cartulina por sus bordes agudos, temiendo mancharla o borrar con un gesto el milagro de aquella aparición, la colgó, todavía chorreando, con una pinzas de tender, salió ofuscado del laboratorio y ...."

El jinete polaco. Antonio Muñoz Molina.

Este libro fue Premio Planeta 1991. No tengo a mano nada más reciente. 
Podría utilizar algo sacado de internet pero, ya sabes, el corta-pega ... no me va bien.

Un beso con olor a laboratorio de foto en blanco y negro. mjo

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